Ángel Di María, el incansable especialista en prórrogas

Fernando Czyz
Sao Paulo, EFE
Cuando la angustia y la extenuación física aparecen en los encuentros con prórrogas, Ángel Di María siempre dice presente y parece nacido para estos grandes desafíos.


Su aparición con gol en la tarde paulista ante Suiza permitió el desahogo de los argentinos y la clasificación a los cuartos de final del Mundial.

Como sucedió cuando fue figura ante el Atlético de Madrid en la final de la Liga de Campeones de Lisboa, cuando el Real consiguió la Décima, o en la definición de la Copa del Rey ante Barcelona, el Fideo se transformó en héroe de su equipo.

Esta vez con la casaca albiceleste, el explosivo jugador nacido en Rosario dejó hasta su última gota de sudor en el campo de juego y sobre el final de la prórroga venció la resistencia del guardameta suizo Diego Benaglio.

Di María convirtió hoy su décimo gol en 51 partidos de la selección.

De esta manera, el actual jugador de Real Madrid se sumó al grupo de 48 jugadores que convirtieron al menos una decena de tantos con la casaca albiceleste.

El tanto llegó como un merecido premio al trabajo incansable que hizo Di María durante todo el partido tanto por la banda izquierda como por la derecha en busca de superar la 'muralla' defensiva que plantearon los helvéticos.

Tras la asistencia de Messi llegó el conocido festejo del 'corazoncito' que ya es una marca registrada tras cada conquista que hace el ex de Rosario Central y el Benfica portugués.

Ante la 'Messidependencia' que se planteó tras la primera fase con tres triunfos y cuatro tantos de Leo, la irrupción goleadora de Di María le brinda un poco de aire al bicampeón mundial en sus próximos pasos mundialistas.

Sin definición sobre su futuro luego de una extraordinaria temporada en Real Madrid donde cambió dudas por elogios, Fideo le pidió a su agente Eugenio López un paréntesis en las negociaciones para concentrarse en la selección argentina.

Tras conseguir el título Mundial sub'20 en la cita de Canadá en 2007 y el oro olímpico al año siguiente en Pekín, 'el Ángel del gol' manifestó que tiene una sola ambición representando al país.

El deseo de lograr el tercer título mundial luego de las conquistas como local en 1978 y en México 1986, es un desvelo para Di María y sus compañeros.

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